Cómo hacer de vuestro hijo un "delincuente"



Muchos padres temen castigar y reprender a sus hijos por temor a que el chico llore o se ponga triste. De esta manera muchos niños crecen sin norma de ningún tipo y se comportan de la misma manera en la sociedad. Muchos comportamientos delictivos tienen su base en la blandura de unos padres que no supieron educar.

La Dirección General de la Policía de Seattle (Washington) publicó un escrito, cuyo título he puesto como cabecera. Dice así:
Si queréis hacer de vuestro hijo un "delincuente":

  • Dadle desde la infancia todo lo que quiera: Así llegará a mayor, convencido de que el mundo entero le debe todo.
  • Si dice tonterías, reíd: Así creerá que es un gracioso.
  • No le déis ninguna formación espiritual: Cuando sea mayor de edad, ya escogerá.
  • No le digáis nunca: Eso está mal. Podría crearse complejos de culpa. Y más tárde, cuando, por ejemplo sea arrestado por robar un coche, estará convencido de que es la sociedad quien le persigue.
  • Recoged todo lo que él tira por los suelos. Así se convencerá de que todos están a su servicio.
  • Dejadle leer todo: Desinfectad su vajilla, pero dejad que su espíritu se recree en cualquier torpeza.
  • Discutid siempre delante de él. Cuando vuestra familia esté destrozada, él no se dará por enterado.
  • Dejadle todo el dinero que quiera. Así ni siquiera sospechará que debe trabajar para poder disponer de dinero.
  • Que todos sus deseos estén satisfechos. ¡De otro modo resultará un frustrado!
  • Dale siempre la razón: Así creerá que los profesores, la gente y la ley le están siempre deseando el mal.

Y cuando haya llegado a ser un verdadero desastre: Proclamad que nunca habéis podido hacer nada con él.

Os habéis preparado una vida de dolores. Y seguramente los tendréis.


FACTORES SOMÁTICOS
“Mente sana en cuerpo sano”, de un niño físicamente enfermo no podemos exigir un comportamiento recto y honesto, y menos cuando esa enfermedad se debe al hambre y la falta de atención.
El hambre y la enfermedad, acompañados del fantasma de la desnutrición infantil. No se puede estar orgulloso de la propia patria mientras entre ellas vivan niños enfermos y con hambre. Los factores somáticos se divide en tres grupos: congénitos o hereditarios, los adquiridos en el momento del nacimiento y los postnatales.
Lo congénito:
Heredosífilis. Puede producir una amplia gama de anomalías, de la oligofrenia profunda a la inestabilidad mental, de la epilepsia a la deformación del carácter.
Alcoholismo. Sigue siendo uno problema serio, no obstante en su nefasta influencia sobre los futuros hijos, sino por la precocidad con que se principia a beber. Puede producir conductas inestables, con fuerte tendencia ala perversión de los instintos, de constitución enfermiza, escasa inteligencia y la falta de voluntad.
Tuberculosis. Produce en los descendientes diversas anomalías nerviosas, como la emotividad e impulsividad.
Lo anterior nos demuestra la importancia de la herencia en la criminalidad, lo que nos lleva a la idea de prevenir aun antes de la concepción, evitando que se produzcan personas enfermas y cuyo patrimonio biológico contiene factores predisponentes, definitivamente indeseables.

 
FACTORES FAMILIARES
La decisiva influencia de la familia es tan señalada en la delincuencia de menores que es la única de tomarse en cuenta. El factor importante en el origen de la delincuencia es la familia desorganizada o delincuente.
FAMILIA CRIMINÓGENA
Existe un tipo de familia que podríamos llamar “típicamente criminógena”; en esta familia es casi imposible que el menos no llegue a delinquir, ya que generalmente sus primeros delitos son dirigidos por los mismos padres.
Estas familias viven en un ambiente de absoluta promiscuidad, donde no es extraño el incesto, donde impera la miseria y el hambre, donde los niños son mandados por los padres a delinquir o a pedir limosna, y cuando son mayores a prostituirse.
El padre es alcohólico o drogadicto, y labora en los oficios más bajos y miserables como recoger basura, cargador, pepenador, etc.; o es delincuente habitual y de poca monta, ratero; su inteligencia es escasa, es un sujeto instintivo y altamente agresivo.
La madre por lo común está viviendo en unión libre, y los hijos que tiene provienen de diversas uniones, y en más de una ocasión no podría identificar ciertamente quién es el padre de sus hijos.
Estas familias habitan en barrios o regiones altamente criminógenas, donde ni siquiera la policía se atreve a entrar. El menor que sale de estas familias es el de mayor peligrosidad, y es también el de más difícil tratamiento, pues tiene en contra todo, herencia, familia, formación, ambiente, etc.
No toda la familia donde el padre es delincuente es una escuela del crimen, pero estas excepciones no son muy comunes, y dependen del contrapeso de la madre, del ocultamiento de las actividades del padre, o de otros poderosos inhibidores.
Al hablar del delincuente no nos referimos tan sólo al padre que es ladrón, ratero o carterista. Hablamos también del gran industrial que evade impuestos, del fabricante que adultera sus productos, de todos los profesionistas que no saben de ética profesional.
Todos estos padres delincuentes pervierten al menor en forma socialmente más dañina, pues es la delincuencia “honorable” que va contra los más altos valores de la dignidad humana, y que no tiene la atenuante de la miseria o la ignorancia, de la herencia o de la escasa inteligencia.Photo Cube Generator

FACTORES PSICOLÓGICOS
El hombre es el ser humano más débil de la creación en la primera parte de su vida, en la que requiere de cuidados y atenciones extraordinarios, no solamente para poder sobrevivir, sino formarse y realizarse.
Los fundamentos del carácter se forman en la familia; es en la familia donde se adquiere la primera base y donde se pasa del estado de anomia a la adquisición de las primeras normas.
Una anormalidad o defecto en las primeras etapas hará que el sujeto llegue el momento crucial en situación viciada, haciéndolo entrar en una crisis de valores e impidiéndole su correcta estructuración.
Inadaptación
El problema de la delincuencia implica el problema de la adaptación. Esto no quiere decir que todo inadaptado llegue a ser delincuente.
La respuesta en delincuencia es una de las manifestaciones de la inadaptación más comunes:
  • inferioridad física y mental del individuo.
  • Incapacidad de un individuo para adaptar su conducta a las condiciones del medio.
La definición de Tocavén, que considera la inadaptación como una forma de conducta inadecuada, que afecta a las buenas relaciones entre el sujeto y su medio físico y social.
Agresividad
Quizá la más preocupante expresión de la inadaptación es la agresividad, producto de la frustración del inadaptado y que puede llevar con gran facilidad a la agresión, entendida esta como una conducta verbal o motriz ejercida con cierto grado de violencia sobre las personas o cosas.
Adaptación
La adaptación como aptitud para vivir en un ambiente determinado acomodándose a un medio humano concreto, con interacciones deseables con otros individuos, se logra tan solo mediante un largo aprendizaje que, mediante la imitación y adquisición de las normas respectivas. Normas escolar, laboral y social en general
La adaptación presupone una concreta evolución biopsicosocial. Sino se cumpliera estos tres elementos, el ser humano representara serios problemas de adaptación.



LA CRIMINALIDAD INFANTIL
La “delincuencia” infantil se dirige generalmente contra la propiedad en sus formas más simples: robo y daño en propiedad ajena.
El monto de estos pequeños es reducido, y raramente se comete fuera de la escuela o la familia. Con excepción de aquellos menores que roban por necesidad, o por que son mandados a robar por sus padres u otras personas mayores, el niño roba para satisfacer pequeños deseos: golosinas, cine, diversiones, etc. Los daños a la propiedad ajena son causados por juego o como travesura. Por su escasa fuerza física no son comunes los delitos de lesiones u homicidio, y los sexuales son escasos y han sido influenciados o provocados por los mayores.
La criminalidad infantil abunda entre los pequeños que realizan una subocupación, como boleros, pepenadores, etc., aunque en forma alguna es privativa de estos menores.
Es necesario reconocer que ciertas conductas, aunque cargadas de antisocialidad, pueden considerarse “normales” en la infancia, ya que está en pleno proceso de socialización. ¿Quién siendo niño no ha robado algo, no ha reñido con sus compañeros, no ha injuriado y mentido, no ha destruido objetos ajenos?
Sin embargo, se presentan cada vez con mayor frecuencia conductas altamente preocupantes, como el uso de inhalantes, la prostitución infantil y la violencia indiscriminada

No hay comentarios:

Publicar un comentario